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Hay momentos en los que el pensamiento se convierte en un callejón sin salida. Las mismas ideas dan vueltas sin avanzar, como si el cerebro estuviera en punto muerto. Ese atasco mental puede durar minutos o días, y a menudo basta con un contratiempo pequeño para activarlo. Lo llamativo no es que ocurra, sino que a veces uno no nota que está ahí hasta que ya ha paralizado todo lo demás.
Este tipo de bloqueo no nace del azar ni del carácter. Tiene que ver con una rigidez cerebral que impide reaccionar con flexibilidad cuando algo se tuerce. La entrenadora cerebral Ana Ibáñez, neurocientífica, en una intervención en el pódcast El Estoico, apunta que “si entras en un bloqueo mental y te cabreas o te entristeces y te quedas alojado en esa emoción, eso ocurre porque no tienes flexibilidad cerebral”.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories La rigidez mental que impide avanzar
Cuando el cerebro interpreta una situación como una amenaza, activa zonas de defensa automática que bloquean otras áreas más útiles para gestionar lo que ocurre.
Ibáñez explica que “la programación primera que tiene nuestro cerebro es ‘el mundo es una amenaza’”, un patrón que viene de nuestra etapa evolutiva más primitiva. Esa tendencia sigue funcionando igual hoy, aunque el contexto haya cambiado.
El problema aparece cuando ese modo automático no se reajusta con rapidez. Un cerebro flexible conecta nuevas rutas y permite reinterpretar la situación sin quedarse atrapado.
Como señala la experta en el mismo medio, “si tu cerebro es flexible algo le cae mal, pero enseguida empieza a trabajar para ti y te lleva a otro estado más constructivo”. Esa capacidad evita que una emoción desagradable bloquee el pensamiento.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Cómo reacciona el cerebro ante lo que percibe
Todo empieza por cómo se interpreta la realidad. Ibáñez lo resume así: “Nuestro cerebro está recibiendo cosas, les da sentido y en función del sentido que les da, saca una actitud, un pensamiento o un movimiento muscular”.
No es lo mismo percibir una situación como un problema irresoluble que como una dificultad temporal con varias salidas posibles. La diferencia no está fuera, sino en la respuesta interna que activa el cerebro.
Esa respuesta varía según la energía que fluye entre ciertas zonas del córtex. Un cerebro más flexible activa áreas que no se limitan a la reacción impulsiva. Según explica la entrenadora, “si tu cerebro es flexible vas a conectar otras áreas del córtex prefrontal que necesitan un poco más de energía”. Esto se traduce en mayor capacidad para tomar decisiones, valorar opciones y evitar que una emoción se cronifique.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Qué tiene que ver todo esto con el sueño y el humor
Descansar bien, por ejemplo, tiene una relación directa con la flexibilidad cerebral. Ibáñez lo resume en una frase que no deja lugar a dudas: “Dormir bien es flexibilidad cerebral”. Un descanso reparador favorece la regulación emocional y mejora la conexión entre áreas cerebrales que se activan al gestionar lo inesperado. Además, permite que el cerebro se recupere y reorganice de forma eficaz lo que ha aprendido durante el día.


Un cambio de percepción puede activar zonas del cerebro que ayudan a gestionar mejor lo que sucede.
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Lo mismo ocurre con el estado de ánimo. La base emocional sobre la que se asientan los pensamientos influye en la respuesta cerebral. En sus propias palabras, “tener buen estado de ánimo de base es flexibilidad cerebral”.
Un humor equilibrado hace que el cerebro interprete mejor lo que ocurre y se recupere con más agilidad de las interferencias que provocan ansiedad, ira o tristeza. Un gesto tan simple como caminar al aire libre puede servir para activarlo.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories El entrenamiento que ayuda a desbloquear rutas mentales
No basta con esperar a que el cerebro cambie por sí solo. La flexibilidad cerebral se entrena como se entrena el cuerpo. Según la experta, “la flexibilidad cerebral es lo que se trabaja hoy en día en los entrenamientos cerebrales”.
Estas prácticas consisten en exponer el cerebro a retos que le obligan a activar zonas poco utilizadas, como ejercicios de atención, juegos de memoria o desafíos que impliquen cambio de perspectiva.
Lo importante es que ese entrenamiento no se limita a un momento concreto, sino que requiere constancia. La propia Ibáñez indica que “nuestro cerebro tiene un trabajo de reprogramación o de programación constante”.
Al repetir acciones que rompen con lo habitual, el cerebro va generando rutas alternativas. Esto reduce la posibilidad de quedarse atascado en un pensamiento circular o una reacción emocional descontrolada.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Qué cambia cuando el cerebro empieza a ser más flexible
Una mente más ágil no solo reacciona mejor ante un revés, también interpreta la realidad de forma más abierta. Como explica Ibáñez, “esas áreas frente a un reto en vez de decirte ‘cuidado que esto puede salir mal’ te va a decir ‘oye, esto es una oportunidad’”.
Esa diferencia modifica por completo la forma de afrontar decisiones, relaciones o imprevistos. Lo que antes generaba tensión ahora se convierte en una posibilidad.


Una mente más flexible transforma el enfoque ante cualquier situación y amplía las posibilidades de respuesta.
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Además, no se trata solo de evitar bloqueos. La flexibilidad cerebral permite usar distintos recursos según lo que se necesite. En palabras de la experta, “la flexibilidad cerebral hace que nosotros podamos utilizar áreas cerebrales en función de lo que vamos necesitando”.
Esa adaptabilidad mejora el rendimiento, la creatividad y la capacidad para resolver conflictos. Es como si el cerebro aprendiera a cambiar de marcha cuando el terreno lo exige.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Reforzar la plasticidad es una cuestión práctica
La repetición de ciertos hábitos tiene un efecto directo en la estructura del cerebro. Ibáñez explica que entrenar el cerebro “es como ir activando las distintas áreas”.
Cada pequeño cambio que se introduce —como leer sobre un tema nuevo, evitar el piloto automático o adoptar una postura corporal diferente ante una emoción— refuerza la plasticidad neuronal. Esto mejora la capacidad para gestionar situaciones futuras sin caer en el mismo bucle mental.
Quienes cultivan esa flexibilidad logran que el pensamiento no se quede atrapado ante cada obstáculo. Dejan de girar en círculos y empiezan a moverse hacia soluciones concretas.