Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories
Fracasé en la Misión Virtuosa. Estuve completamente la altura en Snake Eater. Me lo pasé como un maldito mico en Metal Gear Solid Delta y jamás eché de menos las bases y todo aquello en lo que se apoyan los juegos de acción. Comí ratas, cabras podridas y hasta me zampé el loro de un jefazo final en sus narices antes de derrotarlo en un duelo de francotiradores. Insisto: esto no va de dispararle a los enemigos o de pregonar que eres el soldado definitivo, sino lo opuesto. Por eso es tan rematadamente bueno.
La clave para avanzar en Metal Gear Solid 3, el juego original, jamás estuvo en darle visceralidad al jugador sino en cómo se apuesta por convertir esa sensación en una genuina espiral de emociones, en obligarnos a emplear la fría lógica y abrazar la auténtica supervivencia sobre todo lo demás. Y pese a que Snake es una montaña de clichés de los héroes de acción de Hollywood, como personaje de videojuego va mucho más allá.
Voy a ser claro: lo mejor de Metal Gear Solid 3 jamás fue su manera de darle acción en bruto al jugador. No te da el buen gunplay que le pedirías a un shooter, ni tampoco te puedes fiar de su sistema de combate cuerpo a cuerpo. No lo era en PS2 y tampoco al jugar con el DualSense con su renovado sistema de control. Y, sin embargo, es el culmen de una saga de culto.
Snake Eater es el cenit de una de las mejores franquicias de videojuegos. Lo fue bajo la dirección de Hideo Kojima hace más de dos décadas y lo sigue siendo con su remake. Y la manera en la que lo logra Metal Gear Solid Delta es la misma: dejar claro a quien sostiene el mando que esto no es un juego de acción, aunque lo parezca, sino una experiencia nacida para dejar un calado en el jugador. Para ampliar los horizontes de lo que son y pueden ser los videojuegos.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Snake Eater: cuando el sigilo es una filosofía de vida y la lealtad una carga muy pesada
Te despejo la pregunta que te estarás haciendo desde el principio: pese a que en los créditos iniciales de Metal Gear Solid Delta, nada más completar el prólogo, se menciona a Hideo Kojima como el director original, así como el guionista, productor, etc. la elección de este juego para revivir la saga de Snake tras un eterno letargo parece tener varios significados y uno muy específico: ¿es más importante el éxito de la misión o la lealtad a las personas?
Un dilema que, poco a poco, se macera y se va desglosando mientras nos manchamos de barro de la cabeza a los pies y vamos procesando mientras comemos serpientes. Eso sí, para tratar de evitar la tercera Guerra Mundial: me ha resultado fascinante que la enorme tensión entre superpotencias mostrada en este juego sea revivida en pleno 2025. Porque Snake Eater no es gratificación por gunplay sino una obra que convierte el sigilo, la supervivencia y el desarrollo de sus personajes en parte de su filosofía. Y lo plasma de manera magistral.
Vaya por delante que, pese a que estos hitos se los debemos a Kojima, eso no desmerece todo lo logrado con el remake: Metal Gear Solid Delta no solo es esa muy necesaria restauración que necesitan todas las obras maestras, incluyendo los videojuegos, sino que el resultado me ha devuelto las sensaciones que tuve al jugarlo en su día. La primera vez y las dos que vinieron después. Porque es de esas obras que invitan a darles una segunda vuelta y luego otra más. Y eso hoy ya es un hito en sí mismo. Un logro colosal.
Pero es que incluso encarnando el tópico del “ejército de un solo hombre” te vas a topar con esa clase de desafíos que no se resuelven jugando probando suerte mientras disparas o golpeas. En Snake Eater necesitas destreza a los mandos (aunque, como veremos, la puedes regular) pero hay algo más. Te da esa clase de sensaciones que distinguen los mejores videojuegos jamás hechos de todo lo demás. Implicándote de manera personal en los acontecimientos.
Convirtiendo esa brillante partida de Pac-Man dada la vuelta que es la batalla final contra The Fury en algo que, si interiorizamos la dinámica del juego, acabamos atesorando. Logrando que cada combate con un jefazo sea algo más que aprender sus rutinas. Imponiendo en cuestión de resultados y efectividad la inteligencia, la observación y la lógica sobre el simple hecho de apuntar y disparar. Reservando ventajas y secretos que demuestran ese Bumping the Lamp de Kojima para los jugadores más espabilados.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Disparar hasta quedarte sin munición es una opción y, para mi gusto, la menos interesante
Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es un una experiencia con un profundo calado emocional. Convierte el sigilo y la supervivencia en filosofía de vida, haciendo que te arrastres en el sentido literal por junglas, montañas o bases militares. Sin embargo, pese a que hay un objetivo en mente y -por lo general- puedes mirar en el mapa dónde tienes que ir, jamás te dice cómo jugar.
No hay un modo correcto o incorrecto de abordar la misión salvo cuando te toca infiltrarte en determinados tramos. De hecho, si lo deseas puedes probar suerte, rebajar su dificultad y liarte a tiros con los soldados enemigos y usar las torretas para derribar helicópteros llegado el momento. No descartaría que así vencieses a la mayoría de jefazos finales. Pero eso, ya te adelanto, es pasar muy de puntillas por todo lo que ofrece Metal Gear Solid Delta: Snake Eater.
Snake no es un pacifista, pero puede sacar más de sus enemigos (y del propio juego) interrogándolos y dejándolos inconscientes. A veces para servir de señuelo, otras como escudo humano y, de vez en cuando, para acceder a un secreto que no merece la pena perderse con las prisas. Y todo eso se pierde si te dedicas a ir de punta a punta disparando.
De hecho, cada escenario está diseñado para que puedas atravesarlo de punta a punta sin ser detectado, pero es lo suficientemente desafiante para que, tarde o temprano, salten las alarmas y se propague por las radios que hay una amenaza. Y pese a que, como comenté, el gunplay de Snake Eater jamás estuvo a la altura de otros shooters, liarse a balazos es una opción tan valida como cualquier otra. Si es que sobrevives y sigues con vida.
De hecho, en este remake hay aspectos que le sientan de maravilla a la iniciativa. De entrada al elegir dificultad y configurar tus opciones no solo te pregunta si eres nuevo en la saga, sino que te plantea cual es el estilo de juego que más te ha gustado entre todas las entregas anteriores, incluyendo The Phantom Pain y Metal Gear Survive.
Y ya te adelanto que Snake se mueve y desenvuelve muchísimo mejor con los mandos actuales gracias a una jugabilidad más pulida y un sistema de apuntado tras el hombro que encaja de escándalo si vamos a ir en esa dirección. Pero, insisto, ir pegando tiros hasta quedarte sin munición es una opción y, para mi gusto, la menos interesante.
Entertainment news Celebrity gossip Movie and TV show updates Latest celebrity news Trending entertainment stories Metal Gear Solid Delta, ¿un remake a la altura del original?
La pregunta final te la respondo rápido: cuando un videojuego es realmente bueno lo es para siempre. Y pese a que al principio, al iniciar Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, nos viene un mensaje de advertencia sobre que mucho del contenido se hizo hace mucho tiempo y son conscientes de que los tiempos han cambiado, que no se haya cambiado ni un diálogo (los audios de voz son los mismos) ni tampoco eliminado o recortado contenido, ni siquiera los pósters de las idols japonesas en las bases, eleva el valor de esta puesta al día integral. El potente mensaje y las emociones que dejó plantadas Hideo Kojima en su obra maestra sigue teniendo la misma fuerza,
Konami ha sabido restaurar la obra original con un mimo muy especial. Haciendo que en lo visual esté a la altura de lo que se espera de los juegos actuales pero sin que esas mejoras eclipsen los dilemas emocionales que vivimos a través de su protagonista. Un Snake que todavía no es leyenda y que, pese a que como espía y agente de élite está preparado para salvar al mundo entero, se verá constantemente azotado, hasta torturado en el sentido literal, de cara a unos acontecimientos que desembocan en el mismo punto: dejar huella en el jugador a través de todo lo que puede ofrecer un videojuego como medio.
De hecho, te alegrará saber que no se han limitado a rehacer el sonido, convertir todo el juego original a un Unreal Engine 5 que da muchos más matices y emoción al juego y las escenas cinemáticas o acomodar las sensaciones jugables a la tecnología del DualSense: hay un empeño constante por llevar las ideas ya conocidas al siguiente nivel.
Lo notas porque cuando te arrastras por el fango o eres herido eso se te queda literalmente en el uniforme y la piel. Lo percibes a través del modo en el que la sincronización labial y la expresión de los personajes en los momentos de tensión logra elevar los resultados sobre lo visto en PS2. No de cualquier manera, sino del modo en el que, posiblemente, lo hubiese hecho Hideo Kojima si hubiese contado con estos medios hace dos décadas.
Y pese a que, a nivel de historia, no te vas a topar ni con grandes sorpresas -ni censuras o recortes- frente al original, las ediciones HD y la reciente Metal Gear Master Collection, esta revisión integral y muy necesaria de Snake Eater no solo conquista todos sus propósitos, que no eran pocos, sino que impulsa lo que convirtió la obra maestra de Hideo Kojima y uno de los mejores videojuegos de la historia: ofrecer una experiencia que limita la acción y le da alas al viaje emocional que se experimenta más allá de la pantalla.
Porque, a diferencia de la mayoría de los juegos de acción modernos, la razón de ser Metal Gear Solid Delta no es entretener al jugador, sino que está diseñado de arriba a abajo para resonar en su alma. Para dejar ese calado imborrable que solo dejan los mejores juegos jamás hechos.
En VidaExtra | Konami replantea el multijugador de Metal Gear Solid Delta pero, ¿cómo era la experiencia online original?